Forros de cuerpo entero


Ahí viene el tren de las apariencias. Yo me quedo en el andén y miro desde fuera como la mitad de la ciudad viste sus mejores ropas y trata, pisando cabezas y arrancando pelos y vestiduras, de subir en el único vagón.

Yo?... yo espero otro tren.

No hay comentarios:

Publicar un comentario